-No les había contado lo que sentía, la impotencia al levantarme por las mañanas, el miedo al acostarme por las noches, la fragilidad el resto del día. ¿Y qué hacía para mitigarlo? Quedarme dormida en cualquier esquina, para soñar con la muerte y despertarme encharcada de sangre. Pero, ¿qué era todo eso? Sólo sangre, sólo impotencia, miedo, fragilidad. Tan sólo eso. No merecía la pena."
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