Cuanto más envejezco más pueril es la luz
pero ésa va conmigo
E.A.
Qué feliz habría sido si no fuera yo.
Qué dolor ajeno sobre los hombros:
sobre el ángulo de mi costado
solo una ausencia inexplorada.
Qué fácil sería si no fuera yo.
No usaría ahora esta saliva agria,
sería mi boca velo tupido
sobre virgen fondo blanco.
Qué falsa seré si no soy yo:
lamentaré el olor a raíz recién cortada
que surca lado a lado mi memoria.
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