Así que apenas puedo recordar
qué fue de varios años de mi vida,
o adónde iba cuando desperté
y no me encontré solo.

miércoles, 4 de enero de 2012

Vuelve a soplar ese viento del mar.

La emoción perfecta de los primeros días de tormenta. Comienza enero, de nuevo, rasgando nuestras pieles con el ardor de las mañanas. La marea negra enturbia las miradas, pero nosotros no tuvimos la desfachatez de reconocerlo. Y google se convierte en un arma de autodestrucción, porque google nunca se queda callado. Y volvemos atrás, adelante, balanceándonos dulcemente en la inopia que envuelve la utopía. Qué facil es el olvido. Las fotos encuadran las paredes, pero nosotros seguimos mirándolas con la mirada perdida. Ajadas,nuestras fotos de carné no son más que un abismo de lo que fuimos. Intensa, paulatinamente, volvemos a la realidad. Seremos madres, seremos vidas ajenas, seremos el mundo para alguien, pero impedimos que nos hagan daño. Y google enmudece por primera vez. No tiene respuestas de lo que fue. Seguimos tocando en los bares bajo la atenta mirada de los borrachos, fracasando una y otra vez, recordándonos que seguimos vivos. Nunca olvidaremos aquella brisa del mar, que hoy vuelve a soplar. Dormimos en los parques, resguardados por el ruido sordo de los policías. Y ahora los policías son los malos de la película,y nuestros vicios nos pierden más de lo que nunca podremos adivinar. Las manías, los planes. Malditos delirios, malditos propósitos de año nuevo.
Turn off the light, pretty girl. Turn off the light, I want to see your bloody heart.
[Eisenheim.]
http://www.youtube.com/watch?v=rq9XYwjML28
Aquel enero, mi ángel cayó.

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