Así que apenas puedo recordar
qué fue de varios años de mi vida,
o adónde iba cuando desperté
y no me encontré solo.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Y necesito, al menos, poner al día mis cicatrices.

Deberían hacernos daño a todos. Deberíamos tumbarnos en las calles, y dejarnos abandonar en manos de los crueles conductores de automóviles. Uno a uno, comenzaríamos a caer, fuera de serie. Los gritos se elevarían por encima de la música atronadora de los vehículos, y los gemidos darían tregua a la felicidad casi insospechada que nosotros mismos sostenemos entre las manos:autores contemporáneos de primera clase. Se apagarían millones de latidos, y los cadáveres poblarían las calles. Y así, volveríamos a amar cosas tan sumamente humanas como las escaleras. Volveríamos a querer subir escaleras, porque eso significaría que hemos podido salvarnos de la quema. Desecharíamos el pensamiento suicida, porque tendríamos las retinas anegadas de de dolor y tensión. Y los tics nervisos en los ojos izquierdos desaparecerían, porque sabríamos lo que significa morir(apenas) de tensión. Amaríamos al amor, y abandonaríamos el funesto camino de la constante redención.
Pero nadie podrá atropellarnos jamás a todos. No habría suficientes vehículos para tanto cadáver sin compasión. Game over, mad world.Y los encuestados siguen encogiéndose de hombros; siempre las mismas respuestas: "no sabe, o no contesta".
[Eisenheim.]

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