Así que apenas puedo recordar
qué fue de varios años de mi vida,
o adónde iba cuando desperté
y no me encontré solo.

viernes, 1 de junio de 2012

Que no tiemble la voz, que no te hagas mayor.


He visto heridas. Heridas de guerra, ésas que enseñan que la vida muerde y acojona. Hemos visto cicatrices feas, de ésas que desgarran cada noche las sábanas. Hemos visto cicatrices bonitas, de ésas que los sentimientos insertan en el corazón, las que nos recuerdan que estamos vivos. Y hemos visto la puta corriente, que se lleva todas las cosas bonitas que algún día construimos. Bendita sea, pero estamos todos aquí, together, como nunca, quizás como siempre. Y os vi allí, frente a las puertas de quirófano, ansiosos por saber, y una parte de mi se murió dentro cuando vi vuestro frente abierto, vuestra trinchera a salvo de cualquier bomba. Y no pude controlarme, nadie pudo controlarse. Y la marea se llevó las lágrimas andado el tiempo. Y ahora tenemos cicatrices. Grandes, pequeñas. Profundas, no superficiales.
Y es que por fin entendí lo que significa una madre, y la importancia de la cicatriz que me queda aquí, a la altura de la barriga. Y por primera vez en mi vida me alegré de tener la voz aguda, y la nariz demasiado respingona. Y tu sangre corriendo por mis venas, en canal, como un río de agua fluyendo. Y supe qué era exactamente eso de querer, literalmente, que te hubiera ocurrido a ti, y no a ella.
Y la jodida importancia de la palabra mamá que he usado durante toda mi puta vida, sin saber, hasta hoy, que es más que una palabra aguda. Que es aguda la herida y la cicatriz que dejaste hace veinte años aquí, a la altura del ombligo. Y a la altura del corazón,ése que tú me diste, que me enseñaste a usar.
[Eisenheim.] http://www.youtube.com/watch?v=XSqbdy0jOuc   
Everything's gonna be alright.Te quiero más que a nada en el mundo,mamá.

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