Así que apenas puedo recordar
qué fue de varios años de mi vida,
o adónde iba cuando desperté
y no me encontré solo.

domingo, 17 de mayo de 2015

Lo malo del olvido es lo que olvida.

Lo malo es que se olvida y un puñado
de tiempo se nos marcha hacia la nada
Lo peor del olvido es el que en cada
cosa que fue vivimos de prestado

Ángel García López

Hablo de la memoria como eso
que siempre se
destruye,
partícula ajena que se descompone
en las arterias de las
neuronas.
Trato la memoria como aquello
que nunca se
reproduce, como ese
 ente cuyo
único
sentido es erizar
la piel del individuo.
Descompongo la memoria en
trazos finos,
en desastres que giran en bucle,
formando la vorágine del
maldito
silencio.
No.
La memoria es aquello
que se hereda,
aquello que se piensa
con los pies emplomados,
ese pájaro que
nunca
podrás recordar
con las malditas
alas
recogidas.
[Eisenheim.]

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